Las 4 Claves Más Importantes Para Potenciar Tu Masaje
(Como Cliente)

Hay una parte del resultado del masaje que no depende del todo de quien lo da, el cliente o receptor de la técnica juega un papel importante, por no decir determinante.

masaje de espalda

Foto: Valentina Calanche

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Luego del ultimo post "Las 4 claves más importantes para potenciar el masaje (como masoterapeuta)", ahora es el turno del cliente, nuestro objeto y razón de ser en este oficio tan noble y hermoso como lo es procurar su bienestar.

Con la certeza que tengo, que cuando uno decide ir a un masajista, no es por lujo, si no por necesidad, el músculo lo pide y el alma también, a veces los dos juntos, a veces cada uno por su lado, generalmente es a gritos, porque somos sordos (y me incluyo) a lo que nos dice el cuerpo y la psique cuando nos hablan, deben gritarnos para que los escuchemos.

Si bien a la hora de recibir un masaje, uno como cliente, pone toda la responsabilidad de los efectos del masaje en el terapeuta, en cierto modo que el masaje sea eficaz desde el punto de vista de la técnica es indudable que la responsabilidad es del profesional. Este post está dedicado a darte a ti, cliente querido, consejos para potenciar los efectos del masaje que recibes y hacerte responsable de él. Esto desde el lugar en el que nos encargamos de lo que sentimos, desde el punto de vista físico y psíquico, desde la actitud que tenemos frente al acto del masaje.

Así que he preparado para ti una lista de lo que he llamado las claves del masaje para que saques el máximo provecho de la experiencia.

1. Elección del profesional

Sin duda este es la clave número 1, ¿Cómo escoger el masoterapeuta idóneo? Se debe hacer una pequeña investigación, infórmate si es alguien con formación formal. ¿Qué me refiero a esto? Pues que pueda dar fe que sus conocimientos los adquirió en escuelas reconocidas, institutos de reconocida trayectoria.

Muchas veces nos encontramos con personas con dotes y facilidad para el masaje, con buena sensibilidad, han leído algunos libros y tal vez algún amigo masajista certificado le ha transmitido algunos conocimientos, pues esto no es suficiente, se puede hacer daño o en el mejor de los casos, no proporcionar el alivio que necesitas.

Luego, referencias, ¡importantísimo! Lo ideal es que fueran de otro cliente, sobre todo de aquellos que lo han sido por algún tiempo, pero a veces no es posible, en ese caso vamos a su página web y nos vamos directo a lo que escriben sus clientes, las valoraciones que le colocan, es lo más honesto que podrás encontrar.

2. La entrevista y su importancia

Cuando es la primera vez que asistimos al espacio del masoterapeuta, usualmente hacemos una pequeña entrevista al cliente, para conocer en detalle o un poco más a profundidad el motivo de su visita, conocer los antecedentes que pudieron haber generado la dolencia, si es que la hay.También es una manera de crear el ambiente idóneo para la terapia, es la primera oportunidad de establecer conexión entre ambos y la confianza que se necesita para poner el cuerpo en manos de un extraño.

En este sentido es importante que seas lo más honesto que puedas con el masajista, respondiendo las preguntas que te pueda hacer, es ahorita cuando comienzas a ser permeable o abierto a recibir la terapia que viene. El contacto visual debe ser una de las cosas que debes buscar con el masajista.

Si el terapeuta en este punto no te genera confianza para despojarte de tus ropas y tenderte en su camilla, no lo hagas, cortésmente exprésale tu incomodidad y retírate, hazle caso a tu intuición. A lo mejor estás dejando de recibir un masaje del mejor, pero si tu no logras sentir la comodidad y no te sientes seguro(a), el masaje puede convertirse en una muy mala experiencia, podrías ser tan desagradable que tal vez no te permita ponerte en manos de nadie más, porque quedan grabadas en la piel, sobreponerse a éste tipo de memorias es difícil o complicado.

3. Tu parte del trabajo

Si decidiste, finalmente, recibir el masaje, tienes el poder de hacer la diferencia ¡y vaya si lo puedes hacer!.

No lo creerás pero tienes más poder del que piensas, primero que nada confía, pero de verdad, sin reservas, de allí tan importante la entrevista, porque es donde se genera el estado de confianza ideal para ir a un masaje. Las referencias personales y las valoraciones en la página hacen lo suyo.

Al sentir las manos del masajista en tu cuerpo, ábrete a la experiencia, la manera para hacerlo, desde el punto de vista físico, toma una respiración profunda al momento de ese primer contacto, inspira y exhala profunda y completamente, es clave, es comenzar con “buen pie” o como dirían otros, con “el pie derecho”. Eso hace que los músculos comiencen a relajarse, no es posible respirar y estar tenso, de manera que ayudamos a que nuestros músculos están lo más laxos posible al momento de comenzar la manipulación.

Desde el punto de vista de la psique (el más importante), elimina las expectativas, los juicios y los prejuicios, todo sácalo de tu mente.

Si ésta no es tu primera experiencia, te digo y aseguro que ningún masaje es igual a otro, aunque sea realizado por la misma persona, es como el agua de un río, nunca pasa dos veces por el mismo sitio, por eso las expectativas no son lo más recomendables, sobretodo porque entran en el mundo de la idealización y la fantasía.

Si lo sabes hacer, es un buen momento para meditar, pero si no una práctica súper favorable es estar atento a lo que sientes, a nivel físico, como se comporta tu piel o músculos al paso, maniobras y técnicas que aplican las manos del masoterapeuta. De esta manera, cuando te encuentres en un estado de estrés, insomnio o cansancio extremo, recurres a la memoria del masaje, lo recreas en tu mente, con la mayor cantidad de detalles posibles, tu cuerpo, sólo con el poder de tu mente recrea el masaje y los beneficios se producen inmediatamente.

También puedes elegir estar muy atento(a) a las sensaciones y emociones que se generan en ti, los recuerdos que evocan esas sensaciones o emociones, muchas veces se abren procesos emocionales en plena sesión de masajes, la persona puede estallar en llanto y el terapeuta debe estar entrenado para manejar esas situaciones, se puede disparar la melancolía o también estados de gozo profundo, no todo es malo.

4. La visualización

Merece un numeral aparte. Para aquellos que no manejen la información o no lo tengan claro, esta técnica consiste en llevar a tu mente imágenes reales, no se trata de fantasías imposibles, no, estamos hablando de ver en tu mente momentos posibles, lugares que existen, recrear en detalle experiencias vividas.

Se sabe que a través de los pensamientos podemos lograr que se segreguen determinados neurotransmisores que afectan nuestro estado anímico y nuestra salud, es así como si tenemos pensamientos positivos, felices, segregamos endorfinas, las causantes de nuestro bienestar y refuerzan el sistema inmune. Si tenemos pensamientos estresantes segregamos cortisol e inmediatamente nuestro cuerpo comienza a sentir los efectos del estrés, comienza a comprometerse nuestro sistema inmune.

Entonces lo que creamos en nuestra mente, lo creamos en nuestro cuerpo. De allí que se practique la visualización como coadyuvante a los procesos de sanación de enfermedades.

Dicho esto podemos inferir sin temor a equivocarnos que la visualización del masaje es un potenciador del mismo, mientras más detalles agreguemos a la visualización más potente será.

En conclusión

Masajes hay muchos, casi que como masajistas hay, los podemos clasificar por el objetivo (para qué), por la técnica (cómo), por el momentum (cuándo) y por el sujeto (a quién), tópicos para otros posts, lo que quiero decir con esto es la amplitud del tema.

Sin embargo, hay un elemento común en todos, que a mi leal saber y entender es preponderante a todo el universo de masajes y es la responsabilidad que asumas y tengas frente a tu masaje, serán sus consecuencias sobre ti (aspecto físico) o en ti (aspecto psíquico).

En la medida que nos hacemos responsables de nosotros mismos y de nuestros actos, nos damos cuenta como cada vez menos las cosas nos pasan en la vida y cada vez más hacemos que nos pasen, hacernos cargo de nuestras experiencias, nos llevan a otro nivel de la conciencia y de la existencia por lo que las hacen significativas y duraderas, siendo ese momento en el que se convierten en herramientas para la vida.

El masaje como experiencia no escapa de ello, tu responsabilidad en el masaje, que no es más que hacerte cargo de lo que sientes, de cómo lo vives y la óptica bajo la cual asumes la experiencia es el mayor potenciador que le puedes dar.

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