Muchas personas no tienen claro cuando se requieren los servicios de un masoterapeuta (masajista), o cuando deben acudir a un fisioterapeuta (fisio).
Este post tratará de explicar la diferencia entre ambos profesionales y sus ámbitos de acción con el fin de saber a donde dirigirse según la necesidad que haya.
Lo primero que hay que destacar es que estos profesionales tienen muy distinta formación, el fisioterapeuta tiene una formación técnico-universitario, el masoterapeuta tiene una formación técnica.
El fisio es el brazo ejecutor del tratamiento que indica el médico fisiatra y es el profesional que recupera la movilidad de los miembros luego de operaciones de traumatología. Dependiendo del caso, el fisioterapeuta pudiera requerir del apoyo de los conocimientos del masajista y referir sus pacientes a él. Si existe una lesión que entorpece, dificulta o limita en su totalidad la funcionalidad del miembro, el fisio es el indicado a donde acudir, debe existir una patología para ir a su consulta, para ejercer deben contar con una licencia sanitaria.
En cambio, el masoterapeuta es un profesional de la salud que si bien su formación no es universitaria, si deben obtener una certificación que incluya un mínimo de 250 horas de prácticas supervisadas. El masajista es quien mantiene a tope la tonificación muscular, tiene carácter preventivo. Aquí existen dos campos de aplicación o ramas: la estética y la terapéutica propiamente dicha.
El fisioterapeuta tiene como objetivo recuperar el movimiento y la función de los miembros, aquellos que por operaciones quirúrgicas, accidentes o longevidad pierden movilidad y no pueden funcionar adecuadamente, estamos hablando de dedos, pies y manos, rodillas, caderas, codos, hombros, etc.
No hace mucho tiempo el fisioterapeuta estaba reservado a patologías, como lo indiqué al inicio de éste post, sin embargo, con las últimas investigaciones se ha demostrado que el fisio es sumamente útil para la maximización del desempeño en los deportistas de alto rendimiento, han desarrollado lo que se llaman ejercicios funcionales, abriendo una nueva área de trabajo o especialidad para esta profesión.
El fisioterapeuta se vale de herramientas y aparatos sofisticados para el máximo beneficio en su trabajo como lo son: la electricidad y del calor profundo además cuenta con ligas, trampolines especiales, pesas, estabilizadores, pelotas especiales de goma y de peso, es decir, una gama de objetos que ayudan a la consecución del objetivo, sin descuidar el movimiento y la repetición que es la base del tratamiento.
En ésta área el trabajo está limitado a un número de sesiones, hasta que se recupere el funcionamiento óptimo que se pueda alcanzar, según sea el caso, con excepción del trabajo con atletas de alto rendimiento, aquí el trabajo perdura hasta alcanzar el objetivo del atleta, en cuyo caso una vez obtenido, el trabajo cambia y se orienta al mantenimiento bajando la intensidad del trabajo o inclusive parar del todo por un tiempo prudencial, depende de la actividad deportiva y las condiciones en que se encuentre el sistema músculo-esquelético del atleta.
El masajista trabaja desde otra premisa, su campo de acción es totalmente distinto, su foco es el sistema muscular, la miofibrilla y la fascia muscular en general, todo el cuerpo como una unidad. En la masoterapia se trabaja con pacientes sanos, está contraindicado intervenir a personas con alguna patología de cualquier índole o en procesos postoperatorios, salvo excepciones que veremos más adelante, dado lo amplio del tema lo veremos en otro post.
Desde el punto de vista estético, el masoterapeuta cuenta con técnicas de manipulación fuertes que rompe los depósitos de grasa que dan a la piel su aspecto de “concha de naranja”, es el llamado masaje reductivo y modelador, ayuda a reducir centímetros y da forma al cuerpo y, está el que se aplica en la cara que consiste en una manipulación muy suave que estimula la producción de colágeno y tiene efecto lifting si se aplica con regularidad.
Por otra parte está el aspecto terapéutico, este es un campo mucho más amplio, tanto que lo dejaré para otra oportunidad. Pero, ¿qué debo tomar en cuenta para saber si es competente ir al fisio o si voy al masoterapeuta? Éste se encarga de contracturas musculares, dolores por malas posturas, mantener tonificado el músculo sano, relajar en caso de estrés; para ir al fisio debes tener una lesión o querer mejorar el desempeño funcional de un miembro de tu cuerpo.
El Trabajo del fisioterapeuta es puntual, trabaja al cuerpo por zonas, de acuerdo a las necesidades que vienen indicadas por el médico fisiatra o por el traumatólogo.
El masoterapeuta trabaja todo el cuerpo, podría enfocarse en una zona, eventualmente, pero su concepción es holística, se trata de una terapia preventiva, de optimización y oxigenación de todo el cuerpo a nivel del tejido y la célula, en general. Se puede incluir dentro de la dinámica de vida, así como hacemos ejercicio regularmente, varias veces a la semana, también es recomendable acudir al masoterapeuta una vez a la semana. Difieren en sus objetivos, el primero repara un sector o miembro para recobrar funcionalidad, el segundo mantiene y optimiza todo un sistema.
Desde mi punto de vista creo que son más las diferencias que las convergencias y una de éstas es que las dos disciplinas estudian el músculo y su estructura. Ayuda a mejorar la postura del individuo, aunque por vías o tratamientos distintos.
Creo que lo más relevante, en realidad, es la manera en que el paciente se puede beneficiar si ambos terapeutas trabajan en conjunto, el masoterapeuta acondiciona, relaja, tonifica y oxigena el músculo para que éste tenga su mejor desempeño al trabajar con el fisioterapeuta, acelerando así su recuperación.
Lo importante es saber identificar cuando necesitamos un masoterapeuta y cuando necesitamos un fisioterapeuta, pareciera que la línea que las separa es muy clara y si, lo es.
Lo que no es muy claro a veces es identificar y catalogar el síntoma que tenemos para decidir a dónde ir; en oportunidades dado al trabajo, malas posturas o inclusive ejercicio excesivo o mal ejecutado sufrimos de contracturas musculares muy fuertes, que nos hacen cojear, o perder movilidad y nos confundimos, lo que nos hace ir al fisioterapeuta o al revés, nos causamos una lesión que por ser leve o por tener un bajo índice al dolor no la consideramos como tal y vamos al masoterapeuta, cuando en realidad ameritamos un fisio, está en la pericia del profesional identificar la situación y en su ética referir al paciente, si no es su área de trabajo, de lo contrario puede empeorar la situación.
En todo caso, si tiene alguna duda, acuda a su médico de cabecera, él o ella sabrá hacer la referencia correspondiente.
Reserva tu masaje
Selecciona una fecha en el calendario
También puedes pedir tu cita vía telefónica
Tel: 695-870-382
También puedes pedir tu cita vía telefónica
Tel: 695-870-382